Trastornos de la conducta alimentaria en la infancia y adolescencia

ANOREXIA

TRASTORNOS ALIMENTARIOS

VIGOREXIA

TRASTORNOS ALIMENTARIOS EN LA ADOLESCENCIA

La mayoría de los trastornos en adolescentes que atiende el equipo de psiquiatría y psicología infanto – juvenil, son trastornos de la conducta alimentaria.Las chicas de entre 12 y 18 años tienen muchas posibilidades de desarrollar un trastorno de este tipo. Las causas son variadas, pero entre ellas destaca la presión social que sufren las mujeres para estar guapas y delgadas. A estas edades esa presión es aún más fuerte, sobre todo en chicas inseguras y con baja autoestima.

Las adolescentes que se exigen mucho a sí mismas, que son obsesivas y muy responsables, tienen más probabilidades de desarrollar una anorexia nerviosa; mientras que las más impulsivas tienen mayor tendencia a la bulimia.

Los signos que debemos observar para saber si nuestra hija tiene alguno de estos problemas son: la pérdida brusca de peso, el ejercicio excesivo, el uso de laxantes o diuréticos, y acuda al baño después de las comidas y pueda vomitar.

Las personas con anorexia nerviosa han perdido mucho peso al seguir dietas muy restrictivas y al llevar a cabo conductas dirigidas a compensar lo poco que comen (vómitos, ejercicio físico en exceso, laxantes, diuréticos…). Tienen un miedo excesivo a ganar peso y suelen tener alteraciones de su imagen corporal (se sienten más gordos de lo que están).

Existen dos tipos:


• Anorexia nerviosa restrictiva: Comen muy poco y muchas veces hacen ejercicio físico excesivo.
• Anorexia nerviosa compulsiva/purgativa: Se dan atracones y utilizan métodos purgativos como vómitos, diuréticos o laxantes después de haber ingerido cantidades pequeñas de comida. Es parecida a la bulimia, pero el paciente tiene muy bajo peso y en la bulimia no tanto.


Las personas bulímicas se dan atracones (comen mucha cantidad de comida en poco tiempo con sensación de falta de control) y después intentan contrarrestar esto con vómitos, ejercicio, ayuno, y laxantes o diuréticos.

Existen dos tipos:


• Bulimia purgativa: después del atracón, vomita o usa laxantes y diuréticos.
• Bulimia no purgativa: después del atracón, hace ejercicio en exceso, dietas restrictivas o incluso ayunos.

En los chicos, es más frecuente la vigorexia, que tiene que ver con la obsesión por estar musculado. Se trata de gente que dedica muchas horas del día a ir al gimnasio y todo les parece poco.

También se dan trastornos alimentarios en los niños, son los llamados trastornos de la ingestión alimentaria de la infancia y la niñez. Se dan en niños pequeños, que empiezan con el problema antes de los 6 años. Tienen muchas dificultades a la hora de comer durante al menos un mes, lo que hace que no ganen peso o que pierdan mucho peso.

Estos niños son irritables y difíciles de controlar durante las comidas. Pueden aparentar apatía y retraimiento.

En estos casos el tratamiento irá destinado a dar pautas adecuadas a los padres sobre el comportamiento que deben llevar a cabo en dichas situaciones, indicándoles la importancia de guardar la calma en todo momento y no dramatizar la situación. Por ejemplo, se puede recomendar que se ponga el plato delante del niño y dejarlo unos 20 minutos sin presionarle. Pasado este tiempo se retira el plato, y se hace lo mismo con el siguiente plato. Retirando la atención del niño, éste pierde las ganancias secundarias como la atención y la discusión con los padres.
También es importante incidir en la importancia de no darle alimentos entre horas.

En general, los trastornos alimentarios deben ser tratados, muchas veces de forma conjunta, por un psicólogo y un psiquiatra especializados en niños y adolescentes.

El psiquiatra infanto-juvenil tratará los síntomas que aparecen asociados a estos trastornos como la depresión, la ansiedad o la impulsividad.

El psicólogo infanto-juvenil ayudará al paciente a aceptar que tiene un problema y le guiará en sus pasos hacia su recuperación.

La mayoría de los trastornos en adolescentes que atiende el equipo de psiquiatría y psicología infanto – juvenil, son trastornos de la conducta alimentaria.